Nuestro cuerpo toma lo que le proporcionamos para funcionar bien o mal.
Existen alimentos que tienen un fuerte potencial inflamatorio y oxidante, lo cual causa enfermedad, así que podríamos estar promoviendo la enfermedad mediante la alimentación.
Por otro lado, hay una gran cantidad de alimentos que tienen un fuerte potencial terapéutico, que nos proporcionan los nutrientes o elementos necesarios para que nuestro cuerpo funcione de manera correcta.